1.5.15

Compañía (2010)



Proyecto ganador del Fondo Montevideo Danza Contemporánea otorgado por la IMM, 2009. 
Estrenada en abril de 2010 en la Sala Zavala Muniz del Teatro Solís, dentro del Ciclo Montevideo Danza. 
Seleccionada para la 3era. Convención Nacional de Danza del Uruguay en Maldonado (julio, 2010).
Funciones en el Subte Municipal de Montevideo (agosto, 2010) 
Seleccionada para el Festival Danzalborde de Valparaíso-Chile (Setiembre, 2010).
Segunda temnporada en la Sala Zavala Muniz dentro del Ciclo Montevideo Danza 2011 (abril).
Seleccionada para la Plataforma Internacional de Danza de Bahía-Brasil (Noviembre, 2011).

                                          

“Cada fútil palabra un poco más cerca de la última. Y con ellas el cuento. El cuento de otro contigo en la oscuridad. El cuento de alguien contando un cuento contigo en la oscuridad. Y cuánto mejor, a fin de cuentas, las penas perdidas y el silencio. Y tú, como siempre has estado. Solo.”  Samuel Beckett.


Concepción y dirección
 Carolina Silveira
Interpretación y co-creación:
 Lucía Naser, Juan Manuel Noblía y Carolina Silveira
Asistencia de dirección:
 Victoria Pin
Diseño de escenografía y vestuario:
 Paula Villalba
Diseño sonoro
 Guilherme de Alencar Pinto
Diseño de luces
Leticia Skrycky




                                                   
Sinopsis

Compañía toma su título de una de las últimas obras narrativas de Samuel Beckett, en la que una voz –real o imaginaria–- es la compañía de un hombre en la oscuridad (su Dios inverificable).
A partir de allí y en diálogo constante con otra novela beckettiana –Malone muere– se construye un mundo dual hipotético, convirtiendo la soledad de los narradores de ambas novelas en una posibilidad de encuentro.

Compañía juega en el mundo de la relación, buceando en la permanente transformación de la interlocución con un “otro” (él – tú), explorando las posibilidades de un mundo de dos –¿o uno?– que permanentemente cambia sus reglas de juego y en el que los papeles nunca son fijos. La presencia involuntaria o inconsciente del otro, el deseo y la anticipación como motores de la acción, y la permanente modificación de los pactos que permiten la continuidad del juego, integran una narrativa no lineal ni lógica, carente de causalidades últimas, pletórica de eventos casuales y reacciones. La acción y la palabra encuentran en Compañía un delicado equilibrio que refleja la simbiosis entre estos dos mundos sin permitir establecer jerarquías. ¿Creamos el mundo con palabras o creamos palabras para el mundo? Compañía propone una respuesta no dicotómica derivada quizás de la propia contaminación del universo beckettiano, en el que la escritura escénica propone una dramaturgia no reductible a uno de los dos planos sino sostenida en el encuentro entre ambos.

Ese mundo dual se deconstruye y reconstruye por la acción de un tercer personaje, prolongación del director en la escena, presencia material algunas veces y otras veces evocada por el juego escénico. Sus acciones interrogan la realidad de una escena apoyada en un constante vaivén entre la vida y la muerte de los personajes y entre su inscripción –nunca definitiva– en el presente, el pasado o el futuro. El tiempo, cronológicamente perdido, intenta recuperarse en fragmentos, sin poder reconstruirse jamás.


                

Propuesta artística

Tomando como primera fuente de inspiración la obra narrativa de Samuel Beckett -en especial las novelas Compañía y Malone muere y una serie de cuentos- esta obra intenta desentrañar los resortes internos de esa escritura, sus fundamentos, su proyecto estético implícito, para investigar en modos de acercarnos a su naturaleza desde el lenguaje de la escena.
Los personajes beckettianos a menudo presentan como condición de base la inmovilidad, lo cual los hace –a primera vista– especialmente complejos para ser abordados desde la danza; sin embargo, luego de una lectura más profunda, accedemos a un mundo de referencias corporales que impregnan con gran intensidad la obra del autor, arrojando luz sobre fenómenos invisibles de la corporalidad cotidiana desde una estética minimista. 
Durante el proceso de creación, la lectura, la escritura y la oralidad establecieron un diálogo constante con el movimiento corporal, dentro de una estructura de trabajo basada fundamentalmente en la improvisación sobre consignas guiadas desde la dirección. Así, el resultado de la investigación dio en una pieza de danza contemporánea con elementos y recursos que la acercan al teatro, permitiéndole existir en las fronteras y expandirlas, y que toma a Beckett como punto de partida para explorar aspectos poco transitados por el autor en forma directa, como es la relación hombre-mujer, cuyo abordaje escénico nos interesó en tanto se trata de un espacio de asociación que conserva una gran potencia en el mundo contemporáneo, aun cuando haya sido puesto un momento de lado en la búsqueda de superar ciertos lugares comunes.
Recuperando la estética beckettiana del fracaso y su lugar en la literatura como el del escritor que escribe la imposibilidad de escribir, esta pieza puede por momentos percibirse como una danza que danza sus propios impedimentos, o una escena que pone en escena las dificultades propias de su proceso, en paralelo con una relación humana que no traspasa el ámbito del intento.
La concurrencia de un humor sutil, pariente del absurdo, llega a la pieza desde un lugar poco intencional, donde la insistencia sobre las consignas y el rigor en el detalle traen consigo ese resultado, casi inesperado.

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